P`urhépero
Es Paraje Tarasco
Y es Mito…
Por Rafael Cerda Córcoles
1.- P´urhépero es voz tarasca y es mito. Lo veré por ambos lados. A cual más de complicado, pero más su etimología. Su historia es una madeja enredada, desde su principio en el siglo XVI hasta la fecha. ¿Me ayudas a desenredar la madeja? Para eso me ocupo del tema, para lanzar un S.O.S. a los habitantes de la rivera del lago, de la Meseta Tarasca y de la Cañada de los 11 pueblos., donde aún se habla el enigmático idioma.
2.- La Relación de Michoacán, es un libro dictado, afirman, que por el fraile franciscano Jerónimo de Alcalá, a tres calígrafos, cuyo manuscrito original está en El Escorial, España. Se mencionan muchas copias, yo me he asomado a dos: la anotada por el P. Francisco Miranda nacido en Yurécua-ro (que significa: en el río), y la versión anotada por Moisés Franco Mendoza. El título completo de la obra es: RELACIÓN DE LAS CEREMONIAS Y RITOS Y POBLACIÓN DE LOS INDIOS DE LA PROVINCIA DE MICHOACÁN HECHA AL ILUSTRISIMO SEÑOR DON ANTONIO DE MENDOZA, VIRREY Y GOBERNADOR DE ESTA NUEVA ESPAÑA POR SU MAGESTAD ETC.,para quien quiera leerlas, pero allí no se habla del gentilicio de Michoacán, porque, afirman, la primera parte de la obra, que sí se ocupó del gentilicio, fue incautada por los inquisidores o por otras causas desconocidas no llegó hasta nosotros.
3.-José Corona Núñez. El profesor Núñez, al decir del Lic. José Longinos Flores, estuvo aquí en Purépero dando clases en la escuela primaria estatal Melchor Ocampo, cuando ésta ocupaba el edificio conocido con el nombre de Curato que estaba en ruinas, hasta que el señor cura Julio López lo restauró por 1937.
Traigo a cuento al Doctor en Historia, porque en su Diccionario Geográfico Tarasco- Nahuatl, Corona Núñez define la palabra Purépero así: lugar de macehuales, gente común. De purépecha, macehuales y -ro, lugar (Tarasco). Comentario: el sufijo ro de Yurécua-ro, el mismo autor lo traduce como preposición EN, y el RO de Purépero como “lugar de”, ¿Por qué? ¿Qué regla siguió?
4.-Pedro Panza, principal informante para La Relación, da cuenta al redactor, y éste a los calígrafos, de la pirámide que manifiesta los estratos de la sociedad en la ciudad de Michoacán, Tzintzuntzan y sus 35 sujetos. La cúspide la ocupaba el Cazonzi; el Petamuti o sacerdote mayor le seguía en jerarquía, y pasando por los militares, los artesanos se llega a la gente común, que era mayoría.
5.- Maturino Gilberti. Los tarascos no sabían escribir, así que lo escrito por los frailes nació de los testimonios orales de los indígenas.
Maturino Gilberti, fraile francés, escribió en 1559: Vocabulario en lengua de Michoacán.
Basándose en él, el padre Francisco Miranda en sus notas a “Relación de Michoacán”, escribe: “Gilberti, directamente da a p´urhepecha el significado ya anotado de maceguales, la gente común”.
6.-Bernardino de Sahagún. En una de mis andanzas indagatorias, me encontré la siguiente cita de Fray Bernardino de Sahagún: “Michoaque cuando son muchos, y cuando uno, michoa, y quiere decir, hombre, u hombres abundantes de peces, porque en la provincia de ellos allí es la madre de los pescados, que es Michoacán”. Así que, Michoa es singular y michoaque, plural.
Pero, el vocablo michoacán es palabra nahuatl o azteca, de cuando los mexicanos, en su peregrinar en busca de un lugar adecuado para vivir, convivieron temporalmente con los habitantes de esta zona y con el inevitable contagio idiomático.
7.- P´urhépecha. Buscando en distintos lugares del Vocabulario de Gilberti, dice Miranda, dimos con que gente o gentío lo traduce Purepecha Hangamariqua. Esta segunda palabra podría derivarse de hangangaripheni que significa obedecer, lo que nos llevaría a la idea de vasallos o súbditos. Villano (no escudero o caballero) lo traduce de nuevo por P´urhépecha contraponiéndolo a villano en la crianza que traduce no pichóngari.
Y la madeja se sigue enredando más y más. El padre Miranda, de Yurecuaro y miembro del Colegio de Michoacán, agrega una lista de palabras afines a p´uhrepecha:
Uanpanapas purépecha = inmigrantes. Hecahtsiquaren purépecha = muchedumbre. Purépecha- Urengaringati = vasallos o gente plebeya. Purécuti = soldado. Purecuqua-ambosgasri = hombre ejercitado en armas. Purecúcuaro = palestra o lugar para pelea. Etcétera.
8.- HOY. Actualmente los habitantes de la rivera del lago, los de la Meseta y la Cañada de los 11 pueblos se autodenominan purépechas, y a su idioma llaman p´urhembe o p´urhé. Y algunos consideran como despectivo el que se les diga tarascos y casi nadie usa la palabra michoa y mucho menos la que suena michoaque.
Aquí no se trata de dar lecciones a nadie. Mi exposición es más que nada un grito de auxilio a los conocedores de la materia para que me ayuden a desenredar la madeja, que se formó en la primera mitad del siglo XVI, cuando al final apareció el nombre del paraje (sic) llamado P´urhèpero.
Mis correos: rafaelo@hotmail.com y atapaz03@yahoo.com.mx
Anticipo las gracias por la ayuda prestada a un servidor, por sus opiniones vertidas sobre el tema.
9.- Mi traducción de la palabra, Purépero, modo grecolatino. Traduzco la radical p´urhépecha como sinónimo de tarasco y michoa. Traduzco el sufijo ro como lugar, simplemente lugar, no lugar de, para concluir en PURÉPERO = Paraje Tarasco, prefiriendo esa voz de Naranja, y dejando a un lado las voces de Zacapu y Tzintzuntzan.
10.- Purépero es un mito. Purépero, aparte de ser un paraje tarasco, también es un mito.
¿Que es un mito? “Mito es la palabra”, según Octavio Paz. Mito es una realidad síquica…y el mundo mítico es…una realidad igual si no superior al mundo material, según el suizo Jung.
Prefiero dar al mito el sentido antropológico y no el popular de “fantasía”, “fábula” o “hecho falso”. Lo importante de un mito es el impacto que tiene en la vida de una comunidad, en su historia y en su vida cotidiana.
Purépero es un mito como el de la Virgen de Guadalupe, como el mito del dólar. Pero, en nosotros, el mito Purépero es el más fuerte.
Y para no ocuparme del mito de otros, hablo de Purépero, mito mío, el que llevo en la mente sin querer. No quiero que el pueblo crezca, quiero ir a cada uno de sus barrios y quiero consumir las comidas de antaño.
Purépero me hizo venir de lejos, alguna vez, para satisfacer la nostalgia, más que para comer una sema de trigo, por San Juan. El Cerrillo descuidado, es para mí, mayor y más atractivo que el bosque de Chapultepec, pero no tanto como la hortaliza de Florentino en los años cincuenta del siglo XX.
La Noria del Taray, los Puentecitos de la calle Emiliano Zapata, sólo viven en mi pensamiento, porque la historia ya los borró.
El paraje llamado Purépero es un mito, y en un tiempo, alguien lo llamó madrastra que se niega a dar de comer a sus hijos, que van por todas partes, que van por los caminos de su patria-tierra, tan pequeñita, junto al Sol.