El Bautista
Patrono de Purépero (Historia y leyendas)
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De la infancia de San Juan nada sabemos. Tal vez, siendo aún un muchacho y huérfano de padres, huyó al desierto lleno del Espíritu de Dios porque el contacto con la naturaleza le acercaba más a Dios. Vivió toda su juventud dedicado nada más a la penitencia y a la oración.
Como vestido sólo llevaba una piel de camello, y como alimento, aquello que la Providencia pusiera a su alcance: frutas silvestres, raíces, y principalmente langostas y miel silvestre. Solamente le preocupaba el Reino de Dios.
Juan nació 6 meses antes que Jesús, Juan un 24 de junio y Jesús un 24 de diciembre. Y eran primos entre sí.
Quien haya sido el ocurrente de escoger a Juan Bautista como abogado (patrono) de Purépero, fue muy atinado. Tal vez haya sido el primer vicario fijo de Purépero, el P. Juan Nepomuceno Espinosa, el día 2 de agosto de 1831, que bien pudo ser el obispo de Morelia o el señor cura de Tlazazalca. O quizá antes de la vicaría, pues Purépero en 1822 tenía 6 mil habitantes contra 3, mil de la cabecera parroquial, Tlazazalca.
La historia nos describe en el inventario de entrega de la vicaría al primer párroco, en el apartado de imágenes en 1853 de la siguiente manera: “un san Juan bautista con peana, sombrero, cruz y cordero de plata dorada y cacles de oro”.
Pasaron 100 años de esta descripción de imagen a la fortuita quemazón de la misma en el año de 1954, del primero al décimo cuarto curato, representados por el P. Amézquita y P. Julio López, respectivamente.
Cuando el accidente (destrucción de la imagen) sucedió, Avelino González, un aplicadísimo estudiante de la Esc. Morelos hacía las veces de sacristán y a él le tocó sufrir la pena por un descuido o por algo fortuito ajeno a él.
En 1869, los diputados locales, con aíre masónico, decretaron que Purépero tuviese también un patrono civil, MATEO DE ECHÁIZ, constituyente del 1857. Mateo era originario Maravatío, Michoacán y oh paradoja, la tierra de Mateo tiene también como patrono religioso a San Juan el Bautista.
Los habitantes de Purépero de Echáiz, cada año celebran a su patrono con actos religiosos y civiles. La celebración ha atraído a sus hijos ausentes de tierras cercanas y lejanas.
Todos participan de la fiesta del día 24 a su manera, en ambos aspectos. La celebración de 2005, la última, por primera vez se escenificó en las afueras de la población, estamos a 11 de junio y aún el ayuntamiento no define donde será este año.
La parte religiosa se significa con gran cantidad de primeras comuniones, con misa concelebrada y demás. Hace años que la fiesta era un acto sencillo con regalos costumbristas de dar y pedir MIS PERAS Y MIS GALLOS.
Hasta aquí algo de la historia de la fiesta de san Juan, cada 24 de junio. Por falta de espacio se queda a deber las leyendas inventadas por la imaginación sobre las llevadas de San Juanito a Tlazazalca y los regresos de la imagen con los cacles llenos de lodo.